jueves, 18 de febrero de 2021

Nancyescapada por tierras alicantinas

Las pasadas navidades hice una pequeña escapada para desconectar. El objetivo era olvidarme de todo: de los meses de confinamiento vividos, del trabajo, de las labores de casa... e incluso de mis niñas, que tanto tiempo me ocupan.


Pero esta Nancy otoñal se encaprichó en venir conmigo, a pesar de que le avisé que el destino era de montaña y habría que subir cuestas (y yo sabía que ella era algo vaguita).


Primero estuvimos en Guadalest, un pueblito de Alicante con recinto amurallado en lo alto de una montaña, lo que le otorga unas vistas espectaculares.


Está incluido en la lista de pueblos más bonitos de España y también es el pueblo con más museos por población del país.


Allí visitamos el museo de casas de muñecas, que a Nancy Otoño le sorprendió gratamente y nos permitió conocer nuevas viviendas y habitáculos muñequiles.


También visitamos la nobiliaria Casa Orduña y subimos al castillo, ...


... pero Nancy Otoño no paraba de quejarse y sentarse en todas las rocas que encontrábamos a nuestro paso.


Me enfadé bastante por su comportamiento, y tuve que regañarla por ser tan caprichosa, porque ya le avisé antes de salir de casa del tipo de destino al que iríamos.


De vuelta a casa, a fin de calmar los ánimos, la llevé a ver el paseo ecológico de Benissa.


Se trata de una preciosa ruta que discurre entre Benissa y Calpe junto al mar, y permite contemplar preciosas calas y acantilados.


Ahí Nancy Otoño se vino muy arriba, se desmelenó y no hacía más que pedirme que le hiciera fotos aquí y allá, así y asá.


Parecía una top model de los 90 (aunque yo creo que ella lo que quiere ser es instagramer).


Y tras esto, habiendo disfrutado de mar y montaña cual Thelma y Louise, nos dirigimos a casa, reconciliados y satisfechos con la aventura vivida.

domingo, 11 de octubre de 2020

Encuentro micológico, de la mano de Nancy Amanita

 

Os presento a Nancy Amanita. Esta niña es una gran amante del mundo de las setas y los hongos, y quiere organizar un encuentro micológico con amigas para transmitirles su pasión, pasarlo bien juntas y desconectar en un entorno natural.



Para ello, se ha desplazado a la zona del Nacimiento del Río Mundo, un enclave de pinares donde abunda una de las setas más populares: el níscalo (Lactarius Deliciosus).


El objeto de su viaje es encontrar un lugar bonito, de naturaleza exuberante y con todas las comodidades, a fin de convencer y satisfacer las expectativas incluso de sus amigas más urbanitas y reticentes a la experiencia.


Y parece ser que lo ha encontrado aquí, en el Arroyo del Tejo, un área recreativa con merendero, preciosas fuentes, ...


... parrilla, un riachuelo que lo atraviesa, ....


... preciosas cascadas...


... y hasta una pequeña caseta en la que poder pasar la noche a cobijo.


Ha puesto mucha ilusión en preparar este encuentro.


¿Creéis que este sitio es el adecuado?


¿Tiene el encanto suficiente para convencer a las indecisas Nancy Mini Short y Nancy en las Carreras?

sábado, 18 de enero de 2020

La magia del Nancy Hada de la Repoblación


Cuentan los paisanos que de las aguas heladas de la montaña, donde se reflejan los rayos del sol, aunque es muy difícil verla, surge esta bella dama: el Hada de la Repoblación.



Recorre las calles vacías de los pueblos,...


...se adentra en sus rincones recónditos y olvidados, los observa, reflexiona y medita, para después lanzarles su bendición.


Con un canto mágico y armonioso, una mirada clara y brillante y el reflejo nacarado de sus perlas,...


consigue devolver la vida a los pueblos y lugares en riesgo de abandono. 


Las pasadas navidades tuve el placer de verla en acción. Fue en el precioso pueblo de Robledillo de Gata (Cáceres), y unos días después de este encuentro me enteré que el municipio había entrado en la Asociación de Pueblos más Bonitos de España. Esperemos que dicho título le sirva para revertir la crisis demográfica que sufre la zona.

Nancy y la gorra de Montehermoso



El pasado día 31 de diciembre Nancy visitó esta tienda, a la cual yo había llamado unos días antes para encargar la gorra. Mis niñas tenían muchas ganas de tenerla.



Es un producto artesano de principio a fin, ya que el proceso se inicia con la siembra del centeno en noviembre, recogiéndolo posteriormente en julio.



Me consta que además lo recogen segando a mano, ya que si lo segaran a máquina se rompería.



Luego se humedece durante unas dos horas, se empieza a trenzar y se cose uniendo las tiras de trenza. Después se va adornando.



Para que os hagáis una idea, una gorra de persona se tarda 3 días en hacer.


Lleva 20 metros de trenza y ninguna gorra es igual, puesto que no hay moldes. Cada gorra es única.



Otra anécdota que me gustó, fue que la gorra salió en la revista Vogue en 2018, en una promoción del trigésimo aniversario de la revista. Yo creo que ahí es donde captó la atención de mis presumidas muñecas.


María José, muchas gracias por tú maestría y tu paciente trabajo, es admirable. Una pena que esto pueda desaparecer... haremos todo lo posible para que nunca pase.



sábado, 27 de julio de 2019

La condesa convaleciente



Os presento hoy a esta dama, llamada Eugenia, condesa de Mariola.


A la pobre le han diagnosticado un principio de tuberculosis y le han recetado una temporada de estancia en los sanatorios del interior de la provincia de Valencia.


En la época en la que vive (siglo XIX), los sanatorios para tísicos ubicados en lugares altos y soleados son la principal fórmula para luchar contra la propagación de la enfermedad y aligerar sus efectos en los enfermos, ya que no existen los medicamentos necesarios para curar el mal que se descubrirán posteriormente.


En los sanatorios, ha coincidido con muchos jóvenes de buena posición y junto a ellos lleva una vida ociosa y elitista de paseos por campos, bosques y rincones vírgenes, ...


... como la bella Fuente de las Donas (Millares), en la que se dice que habitan hadas.


Eugenia dice que en sus paseos busca belleza e inspiración, porque es romántica y un poco artista.


(Vestido de Made4urdolls)

sábado, 19 de enero de 2019

Puente a la eternidad


Había una vez una joven romana llamada Flavia Agripina que vivía en la región romana de Lusitania, en la actual población de Alcántara.


Flavia era hija de Tiberio Claudio, centurión retirado que había comandado uno de los ejércitos de la conquista de Hispania. En recompensa por sus logros, el emperador le concedió extensas tierras que se extendían desde la actual Alcántara hasta las dehesas de Caurium (actualmente Coria).


Tiberio Claudio, agradecido, aportó grandes rentas a la construcción del famoso puente de Alcántara, para glorificar el imperio y que su grandeza trascendiera más allá del tiempo, con una obra de ingeniería que se consideró eterna. 


Y cuando murió, dejó a la bella Flavia una misión: utilizar su gran herencia para comprar un conjuro druídico que le permitiera viajar al futuro y así comprobar la permanencia de su puente, y con ello de su memoria como benefactor.


Flavia Agripina bebió el brebaje que le facilitó el druida y apareció en un pueblo extraño, del todo desconocido para ella.


Habló con la gente del lugar, a los que apenas entendió porque hablaban un lenguaje extraño con reminiscencias del latín del imperio, y estos le explicaron que aquello era la Alcántara del siglo XXI.


Y le enseñaron sus iglesias con arte románico, sus palacios renacentistas, su impresionante convento de San Benito, su recinto amurallado... 


Flavia quedó fascinada por tantas maravillas, por las nuevas corrientes artísticas, por las tecnologías desconocidas para ella y por tanto cambio. Pero no vio rastro del puente de su padre, y se entristeció al pensar que se había arruinado y que nadie recordaba ya a su padre ni a la grandeza de su imperio.


Pero entonces, en la lejanía, vio una mole de piedra, digna y grandiosa: ¡era el puente romano! ¡el puente de su padre!


Se aproximó a verlo de cerca y le contaron que desde su construcción se habían restaurado y reconstruido varias veces algunos de sus arcos, tras ser derruidos en sucesivas guerras.


Y se alegró por el aprecio que el pueblo tenía a su puente, por el esfuerzo que ponían en conservarlo y por ver el sueño de su padre cumplido. 


Y así, pudo iniciar su viaje de regreso a la época imperial sabiendo que el puente de Alcántara, 19 siglos después, permanece impasible, majestuoso y eterno,... 


...como fluye el Tajo,...


...como brilla el sol.